La fidelidad forma parte de esas palabras que empiezan a estar ligeramente difuminadas. Su significado se ha ido reduciendo, y en el peor de los casos, ridiculizando. No es la única. Su hermana lealtad, y sus, en otra hora, aclamados padres, empatía y dignidad, han entrado en la reserva para no extinguirse.

SIGNIFICADOS

Según la RAE, la fidelidad es la observancia de la fe que alguien debe a otra persona. Otros significados son:

  1. A) firmeza y constancia en los afectos, ideas y obligaciones, y en el cumplimiento de los “compromisos establecidos”.
  1. B) capacidad espiritual, poder o virtud, de dar cumplimiento a las promesas.
  1. C) exactitud o precisión en la ejecución de alguna cosa.  

Además, su significado esta vinculado a la lealtad. Según la RAE, esta es  el cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor. Básicamente consiste en no darle la espalda a determinada persona o grupo social, es decir al cumplimiento del honor y gratitud.

UNA JOYA EXCASA

Es difícil convencerse de que la fidelidad y la lealtad se encuentran prolíficamente en todos los contextos de la sociedad. Es más corriente que no interese o que se presuma de lo que no se tiene. En los momentos de llevar a  cabo una conducta de fidelidad optamos por otras que ofrecen mejores resultados aunque sean solo a corto plazo. Eso si, pregonaremos que somos las personas mas empáticas, Que estamos en nuestro derecho, que se tergiversa nuestras intenciones. De hecho, se autoconvencen con frecuencia de ello, aunque otras personas sentimos la falta de lealtad como una humedad que cala nuestros huesos. Solo cuando encontramos “reciprocidad”, sabemos que se esta produciendo la lealtad.

También otros y otras, suelen sacar provecho de nuestra lealtad, y su reciprocidad solo aparece en un “cacareo verbal” a veces amparado en latinajos legales, y si decidimos expresarles nuestra decepción nos hacen creer que es producto de nuestra imaginación, o como nos ponemos por nada, o de que son fieles a si mismos y están en su derecho. He aquí la prueba de cómo ha degenerado su significado. Su falta de uso empieza a ser tan preocupante que se ha extendido a los amigos y a los compañeros de trabajo. En algunas parejas se ha disfrazado de objetivos comunes, existiendo a nivel emocional una frialdad mercantil. Por supuesto que la plaga se produce en empresas y asociaciones de diversa índole, y en contra de superiores jerárquicos que algunas veces solo son personas que nos han dado oportunidades.

CONSIDERACIONES

Concluir, que en psicología es todavía más sangrante si cabe. La falta de fidelidad y lealtad no solo afecta entre profesionales sino a los pacientes en menor o mayor medida. Su efecto deteriora la confianza y la fe.

Demasiadas tentaciones para la lealtad

Tan solo, y ante una desgracia, aparecen ramalazos de solidaridad frente a tanto individualismo. No obstante resulta caro el precio pagado por esos brotes. La normalidad del oportunismo y la inmediatez gana enteros por momentos.

Este alejamiento del más profundo encuentro con el otro/otros,  me hace recordar la frase de Charles Chaplin que decía: “saliendo de la nada hemos alcanzado las más altas cotas de la miseria”, o la de Eduardo Galeno que apostilla “Al fin y al cabo somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.”.  Pues eso, a seguir. Que más da que al final estemos acompañados por la soledad y la indiferencia.

José Carlos Vázquez Calvo

col. nº M-17265